1.- Taller de expresión escrita y creación de blog
El taller de
Expresión escrita del presente curso ha constado de 9 clases en las que se han
desarrollado técnicas para activar las
capacidades y el potencial de los alumnos.
El
planteamiento pasó por aprender haciendo. Desde el primer momento se ha pedido
a los alumnos que escriban y en base a ello se ha impartido la teoría.
En la primera
clase todos los alumnos escribieron un texto que fue expuesto y valorado por
los compañeros para escoger entre todos el que serviría para escribir un relato
conjunto. Este relato ha sido el eje del curso, alrededor del cual han girado
todos los ejercicios y que ha servido para aprender y consolidar los
conocimientos de forma práctica.
A lo largo de
las distintas clases los alumnos han escrito textos que han servido para
conformar la historia, eligiendo entre todos los que se adecuaban mejor a la
idea que, previamente, se había ideado en una sesión.
La experiencia
ha sido muy satisfactoria, no solo por el grado de implicación de los alumnos sino
también por la calidad de los textos elaborados.
Dos de los
módulos se han dedicado a explicar las nociones y la filosofía que hay detrás
de la creación de un blog como medio de comunicación y expresión. Se les
ofreció a todos la posibilidad de crear su propio blog sobre la temática que
ellos consideraran más acorde a sus preferencia. El resultado final fue la
concreción en varios blogs elaborados y desarrollados por los chicos.
La
participación de los alumnos ha sido excelente y se ha evidenciado una
superación del nivel en todos y cada uno de ellos. Se mostraron en todo momento
motivados, trabajadores, colaboradores, muy creativos y con capacidad
suficiente para seguir escribiendo de forma independiente.
Cabe destacar
el estupendo talante y la generosidad con que cada uno ha afrontado su propio
trabajo y el de los demás.
Como resultado
del este Taller se ha escrito un cuento: “Antaghae, el color del mal” (pueden leer el cuento terminado haciendo click aquí), y se han
creado tres blogs.
Ana Joyanes, Miguel A. Brito
2.- Taller de cortometraje.
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| Grupo de alumnos de Bachillerato |
Cuando me invitaron a impartir un taller de cortometrajes en el Colegio Las Dominicas de Tenerife, estaba receloso. Mi experiencia siempre había sido con adultos. Personas que tienen muy claro donde quieren emplear su tiempo, deseosos de aprender, que disfrutan con lo que hacen y que les cuesta dinero. Temía enfrentarme a un escenario que aparece, por desgracia, en muchos medios y debates: alumnos conflictivos ó difíciles.
También era cierto, que no esperaba impartir el taller entre alumnos violentos, ni mucho menos, como he visto en alguna ocasión en televisión. Pero sí, en un colectivo de jóvenes desmotivados, forzados a asistir a un taller por sus padres o simplemente por subir nota en alguna asignatura. Jóvenes con la cabeza en otro sitio, pasotas y “más listos que nadie”.
Todo lo anterior de disipó en mi primer día de taller. Las quince personas que asistieron a las diez clases programadas, mostraron desde el primer día una disciplina y educación que me sorprendió. Me abordaron con orden a la hora de plantear cuestiones, con deseos de aprender y predisposición a colaborar. Y lo más importante: realizaban planteamientos y compartían puntos de vista diferentes de cuanto impartía. Eso fue lo que más me gustó.
Con ese escenario, que no me esperaba, empecé a descubrir un grupo interesante y me impregné del sistema de enseñanza del centro. Desde ese momento ya no tenía excusas, el taller tenía que ser un éxito. Había madera.
Siempre digo que no existe un artista más completo que el cortometrajista. Es un artista pleno. Su arte depende en gran manera de su talento, pero forzosamente tiene que contar con un equipo, por lo que primeramente tiene que tener dotes de líder para manejar un equipo de colaboradores. Y sobre todo ser un prestidigitador para motivar al grupo. Un grupo que no cobra y que en muchos casos se pueden encontrar ninguneados, pues ellos no llevan el protagonismo. El cineasta debe poseer el arte de la selección, de elegir a los mejores actores o por lo menos posicionar correctamente aquellos con los que cuenta y saberlos dirigir y transmitirles lo que pretende de ellos. Podría seguir extendiéndome sobre todo lo que un cortometrajista tiene que dominar y es lo que traté de impartir en el taller:
- Solventar las dificultades técnicas (realizar el cortometraje con los medios que teníamos en casa)
- Elaborar un guión y storyboard (esto de por sí es una sola profesión).
- Pre-producción del cortometraje (lo más importante para poder abordar un rodaje con éxito).
- Tipos de planos, lenguaje cinematográfico para entendernos a la hora de rodar. Errores graves a evitar.
- La planificación de un corto y el compromiso con el espectador.
- Y aspectos adicionales como: buscar financiación, dónde poder exhibir el corto, edición del mismo, tipos de cortometrajes y objetivo del mensaje, etc.
Una tarea compleja y ambiciosa abordada en un solo taller, donde traté de inculcar a los alumnos la pasión por el cine y la idea de que grabar un cortometraje está, hoy en día, al alcance de todos.
Y así ha sido. Este es el resultado: http://xurl.es/84xp0.
Espero haber estado a la altura de los alumnos que asistieron al taller y también cubrir las expectativas de la dirección del centro que confió en mi labor.
Francisco Concepción.
